sábado, 24 de agosto de 2013

TU AIRE, por Marisa Garrido.


CARICIAS Y PALABRAS… 


...EL RINCÓN LITERARIO
                  DE MARISA GARRIDO







TU AIRE
Bajarme del autobús a topetazos y un codazo al empezar a caminar fue mi primer encuentro con Madrid.
Una ciudad conocida por televisión. Un lugar donde lo imposible era real. Y respirar rarezas, teatro, cine, tesoros y penurias se apiñaban amigables. Descubrirlo era mi anhelo de meses. Tiempo de ahorro, de desear una vida nueva, de ligar la anterior y despedidas pausadas para no causar dolor. Atrás quedaban días de olor a chimenea, de respirar aire recién nacido, de suculentas comidas y un silencio  roto  por los andares de las gentes o el cantar de los pájaros. Prometí volver y como fianza me regalaron un trocito de su paz.
Quería compartirla contigo. Suponía que el ajetreo de la ciudad te había afectado y llevar un retazo de tus raíces sería gratificante. Muchos meses desde tu ida. Días en los que tu ausencia me provocaba una angustia constante.Una intranquilidad que deseaba desapareciese. Y solo un camino para aliviarla.
Había sacado del bolso la dirección de tu empleo. Sabía que estarías en él. Tal vez, a punto de la hora de salida. Y, después de los besos y la sorpresa, nos iríamos a comer a uno de esos restaurantes de comida rápida. No deseaba perder el tiempo en alimentarme. Ansiaba ir a tu casa. Necesitaba comerte a ti.
Mientras marchaba a tu encuentro, los asombros no cesaban. Mujeres con extraordinarios vestidos. Sombreros. Tacones imposibles. Hombres guapos. Pulcros trajes. Olores que capturaba a su paso. Mendigos suplicando ayuda. Mujeres de la calle. Turistas alegres. Gente con prisas. Coches incontables. Enormes edificios. Luces. Comercios. Ruidos. Bullicio. Y…, tú.

Vanesa Ortiz 
La escena de una película a la que me acostumbraría a tu lado. Un primer acto que finalizaría al verte y unas eternas secuencias aderezadas con nuestro amor. Primeros planos de lágrimas y emoción en nuestro encuentro. Abrazos, besos, asombro. No podías imaginar que fuese a tu encuentro. Un encuentro planeado hace meses. Casi tantos como los de tu ida.
Mi papel con tu dirección en la mano.
Preguntas constantes que me llevaron a ti.
A tu lugar laboral.
A tu mundo.
A tu aire.
Preguntar por ti y esperar a que te desocupases.
Uno de esos grandes edificios. Ofrecimiento de refrescos, vino, agua… Y mis deseos de beberte solo a ti.
Mis deseos de verte.
Mi inquietud.
Y te encontré.
Te vi tras las cortinas de tu despacho. Feliz. Más guapo. No parecías vecino de nuestro lugar. Sonreías. Movías papeles y ellos asentían satisfechos. Un apretón de manos. Unas copas. Brindis. Sonrisas. Felicitaciones.
Y ella, cogiéndote por la cintura.
Besando tu mejilla.
Apretando tu mano.
Susurrando en tu oído.
Y tú, correspondiendo su acto.
Una película con un corto rodaje... Un final que yo esperaba a tu lado.
Saliste corriendo al verme.
No pude mirarte.
Me llevé la paz y el silencio….
Y te dejé el aire.,,Tu aire.


*Autora: Marisa Garrido
*Ilustración: Vanesa Ortiz. 
*Todos los derechos reservados. 
*Queda prohibida toda copia o reproducción.   


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