viernes, 19 de julio de 2013

NovitiisScribaes: RESPIRAR UN CIELO, por Marisa Garrido

NovitiisScribaes: RESPIRAR UN CIELO, por Marisa Garrido: CARICIAS Y PALABRAS…  ...EL RINCÓN LITERARIO                   DE  MARISA GARRIDO RESPIRAR UN CIELO Hoy quiero contarte...

RESPIRAR UN CIELO, por Marisa Garrido

CARICIAS Y PALABRAS… 


...EL RINCÓN LITERARIO
                  DE MARISA GARRIDO




RESPIRAR UN CIELO
Hoy quiero contarte que no es grato ocultar verdades. Que no fueron fáciles los días. Nada puede serlo cuando pueden terminarse. No sabes cuándo ni cómo será. Un camino incierto de obligado recorrido. Una noticia que revuelve la vida. Un cielo que ya no es tan azul y un aire que duele respirar.
Un día cualquiera visitas al médico. Algo fortuito. Esperas tu turno,  resignada. Jugueteando con el móvil. Observas los rostros de los pacientes. Tú también eres un paciente. Pero solo será un desarreglo común. Un vacío de vitaminas. Un virus. Siempre lo dicen. Y todo termina con eso. Sales de la consulta y la vida continúa.
Y la vida sigue, pero para ti ya no es la misma.
Un muro ha derribado la tuya.
Aún no te toca. Está en el aire esperando noticias. Si son buenas, el muro quedará en olvido. Un mal recuerdo. Si son malas, todo habrá terminado y caerá sobre ti derribándote. En tu camino estará evitar que te hunda en su totalidad. Que rasgues en sus rendijas y dejes traspasar la luz.
Pero el muro ha decidido hacerte esperar. Sales de la consulta y confías en que el resto de los pacientes sufran un simple resfriado. El olor frío. El olor a medicina va a acompañarte días.
Días que serán meses.
Meses en los que el muro te acompañará, esperando si caer o no.
Tiempo en el que el cielo no es azul para ti. En el que todos sonríen y no puedes compartir las sonrisas.
Tiempo, donde el aire que los demás inhalan sin más, tú guardas.
Momentos que te empeñas en vivir apresurada. Y guardas también.
Lágrimas que ocultas y sonrisas que obligas.
Y el miedo, que te acompaña siempre. Que se hace tu amigo eterno. Que te custodia en los días y en las noches. Que arrebata risas. Que te envía llantos.
Y la gente. Familia. Amigos.
Te dicen que no es negro.
Que es gris. Tal vez, gris claro.
Y tú solo quieres ver el azul del cielo de nuevo.
Pero la enfermedad te espera. Necesita saber si va a ser amiga tuya. Si va a acompañarte en el camino.
Y tú, duermes con ella.
Deseando que llegue el día que se extraiga.
Que te hable.
Que te grite el camino a seguir.
La consulta llega.
Pacientes con resfriados, virus o cáncer.
Y el médico, dice que el cielo es azul. Que el muro no va a caérseme encima. Ese mismo cielo en el que estamos tú y yo ahora. Y en el que también me confiesas, mamá, que siempre supiste que respiraríamos juntas

*Vanesa Ortiz

Te dicen que no es negro, que gris.
Tal vez, gris claro.
Y duermes con ello, lo tienes dentro.
Hay que extraerlo para que hable.
Que grite, que indique el camino a seguir. 
Días de espera sin saber si la enfermedad va a acompañarte y debes hacerte amiga suya. 




*Autora: Marisa Garrido
*Ilustración: Vanesa Ortiz. 
*Todos los derechos reservados. 
*Queda prohibida toda copia o reproducción.  

domingo, 14 de julio de 2013

Kilómetro 111, junto a la autovía, por María Barbancho. Un atardecer, unas gotas de lluvia y tú.: Eva's de la A a la Z

Un atardecer, unas gotas de lluvia y tú.: Eva's de la A a la Z: MARIA BARBANCHO Por tus palabras te conocerán y por tus silencios te admirarán                           ...

Jugar a besos.... NovitiisScribaes: JUGAR A BESOS, por Marisa Garrido

NovitiisScribaes: JUGAR A BESOS, por Marisa Garrido: CARICIAS Y PALABRAS…  ...EL RINCÓN LITERARIO                   DE  MARISA GARRIDO JUGAR A BESOS Había llegado el día. ...

JUGAR A BESOS, por Marisa Garrido

CARICIAS Y PALABRAS… 

...EL RINCÓN LITERARIO
                  DE MARISA GARRIDO



JUGAR A BESOS

Había llegado el día.
Estaba bien planteado, sin flecos que diesen posibilidad a equívocos y discusiones banales. Una loca idea que con los días de diálogo se convirtió en divertida. Dos amigas supervisarían el acto y al finalizar enunciarían el fallo. Llevaba horas acicalándome. Vaqueros, camiseta con ligero escote, cabello al aire, cómodos tacones, maquillaje sencillo y mis labios. Ellos eran los protagonistas. Los que me harían la reina de este juego. Los que demostrarían a Candela que mis besos eran los mejores.
Un local a rebosar.
22.00 horas hasta el cierre.
Chicos ansiosos de sexo, alcohol, sustancias y música. Yo solo buscaba besos. Besos a mis padres y a mi vecino en el ascensor. Preámbulo acertado con sonrisas y besos correspondidos. Besos de amigas en la entrada y un mundo por descubrir.
Nos separamos al cruzar la entrada y nos repartimos suerte. Estaba preciosa. Habría necesitado más horas para adornarse. Pero sus labios no eran los míos. Las luces de colores y el calor hicieron el resto. Me bastaba pedirles un beso, una sonrisa, un rincón y les tenía en mi mano. Besos en la mejilla, besos cortos, húmedos, intensos, en la frente, algún abrazo despistado. Besos y más besos. Contactos que apuntaba mi amiga en su libreta de juego. Besos que me asqueaban, me estremecían, hacían cosquillas, me hacían soñar, desear, pensar, vomitar, sentir… 
*Ilustración: Vanesa Ortíz
Los chicos se terminaron y el juego continuó.
Miré a Candela.
Me correspondió desafiante.
Chicas. Algunas chicas.
Después, más chicas.
Caricias, ternura… Especial, extraño, increíble. Besos y más besos.
Las luces empezaban a apagarse y la música daba sus últimos tonos.
Calor, alcohol y besos.
Nuestras amigas tenían el veredicto.
Todos nos miraban. 
Solo quedábamos ella y yo…



*Autora: Marisa Garrido
*Ilustración: Vanesa Ortiz. 
*Todos los derechos reservados. 
*Queda prohibida toda copia o reproducción.